En la población de Canarias la mayor
parte de la población activa estaba dedicada a la agricultura y la exportación
de plátanos, tomates y papas, que eran las principales exportaciones canarias. Existía
una gran desigualdad en la distribución de la propiedad, ya que estaba
controlada por un pequeño grupo de la población, existiendo un gran número de
propietarios minifundistas. El Estado ayudo a estos grandes propietarios, para así
intentar garantizar la autosuficiencia alimentaria, algo que no se cumplió, ya
que después de finalizar la Guerra Civil Española las zonas dedicadas a
cereales y legumbres se expandieron, aunque con ciertos altibajos, hasta
mediados de la década de 1950, para después disminuir de una manera drástica creándose
una crisis de la agricultura de subsistencia.
El papel de la agricultura de
subsistencia en la época de la autarquía era hacer un esfuerzo adicional con el
que paliar la caída de las importaciones de alimentos, pero era insuficiente su
oferta para satisfacer las cotas mínimas de demandas concretas en la mayoría de
los bienes más usuales. Esta insuficiencia era producto de limitaciones
naturales, de la falta de capacidad de adaptación
y de barreras institucionales creadas por el sistema de propiedad y la política
económica. Dos ejemplos de esa producción son los cereales y leguminosas,
puesto que ambas son columnas vertebrales de toda política alimentaria, donde
en algunos periodos se abandonan por cultivos más rentables, como los de exportación
y de regadío para el consumo interno.
El cereal era su principal base
alimentaria por lo que gran parte de las tierras de medianía se dedicaban a
este producto, fundamentalmente el trigo, la cebada y ya en menor cantidad el
centeno. Este producto en algunas islas como Lanzarote o Fuerteventura tenía
excedentes pero en el caso de Gran Canaria se veían obligados a importarlos
debido a que usaban gran parte de sus recursos en la agricultura de exportación.
Si observados la historia de Canarias se puede apreciar como la evolución de la
agricultura va unida a la evolución de la economía mundial, debido a la gran
importancia que tenía la agricultura de exportación de la que se obtenía gran
parte de los ingresos económicos de las islas, por lo que dependían de la situación
económica internacional, notándose en Canarias las situación de crisis o de
bonanza internacional, por lo que estas solían adaptarse a las necesidades del
mercado. Sin embargo, no tenemos que olvidar que esta agricultura tenía que
estar a la par a una agricultura de subsistencia que mantuviera a la población
de las islas.
Esta economía de subsistencia es
explotada principalmente por familias bastando solo para la alimentación y los
recursos indispensables de esa familia, no permitiendo grandes excedentes que
puedan permitir el comercio y se suele usar más el trueque entre familias u
otros grupos sociales. Estas economías suelen combinan las actividades agrícolas
con otra serie de actividades de trabajo remunerado.
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